Ya sé que ya hablé de esto anteriormente en mi blog, pero ayer mirando gente cuando viajaba en el colectivo -los viernes me tomo 4, aproximadamente- lo recordé.
Hombres, no usen zapatillas deportivas a menos que vayan a hacer deporte. Eso se la baja a cualquiera. ¿Saben lo decepcionante que es ver a alguien vestido de manera "perfecta" y que, al bajar la vista, una se de cuenta que lleva puesto este tipo de calzado?

Cosas que no sirven

- El abrefácil de las galletitas, jugos y etc.
- Las servilletas de las heladerías
- Los tenedores y cuchillos descartables
- El secador de manos eléctrico que está en los baños
- El msn 2011 y sus feos emoticones
- El sensodyne, para contrarrestar la sensibilidad de los dientes, y todos los dentífricos que supuestamente los blanquean
- Los chicos lindos que son gays (para nosotras las mujeres, claramente)
- Cortarme el flequillo sola
- Decir que tenés que hacer un millón de cosas y nunca empezar a hacerlas
- Escribir en el blog cuando tenés que estar ¡haciendo otra cosa!

Ayer estornudé y recordé algo: odio muchísimo el olor a estornudo. Por ende, también odio el olor a saliva. Me resulta tan repugnante, no sé por qué.
No soy la única, ¿no? No soy rara, ¿no?... ¿NO?

El día de hoy puedo afirmar dos cosas: por un lado, el karma existe y, por el otro, hacerle caso a la intuición es lo mejor que podés hacer.
Ah, y otra más: que cuando en una cosa me va bien, en todas las demás también. Es cuestión de querer.

Saquen sus propias conclusiones.

Si hay algo que me molesta demasiado son las personas que ponen fotos en facebook besándose. Y las que actualizan su estado con frases tales como "felices 3 meses y dos días, puchuchito".
El o la que me venga a decir envidiosa o lo que sea, se tiene merecida zarpada piña en el ojo. ¿Por qué? Porque 4 años de novia, 2 con facebook y en mi vida posteé fotos así o puse esos estados. Touché.

¿Cómo se hace cuando vas a cumplir 21 años, estás casi a punto de terminar una carrera, y todavía tenés cara de nena -además de vestirte como una-?
La cosa es que no quiero crecer, me da como una especie de terror, pero por sobretodo: no quiero dejar de vestirme como nena. Y como siempre estas cosas sirven de balance, o algo así, a ver si me pongo las pilas con la montaña de cosas que tengo que hacer (además de sacar turno con oculista y otros médicos, empezar el gimnasio en algún momento -másquenadagenerarconsistenciaeirmásdeunmes-... todo eso).

Ah, y escribir más en el blog. Loco, la última entrada fue hace como 20 días.