19.12.10

Hubo una época de oro en la que me planchaba el pelo muy seguido y no se me quemaba, en que comía un paquete de Traviatas con dulce de leche por tarde y no engordaba, y en que creía que esas cosas me iban a durar por siempre. Unos cuatro años después, me doy cuenta que envejecí -sí, envejecí- y que no sólo que comer eso me engorda mucho, sino que comer cualquier otra cosa también... y que plancharme el pelo cada taaanto, me lo quema como si lo hiciera todos los días.
Pensaba que esas cosas a mí no me iban a pasar... pero me equivoqué terriblemente.

3 comentarios:

limona dijo...

Sobre la entrada del 24.11.10: "las parejas empiezan reuniéndose para tomar algo y siguen por una pizzita..." Los hombres nos engordan.
Y eso de descubrir esas cosas nos pasa a todos...y duele mucho.¿Capaz porque hacíamos esas cosas inconscientemente, y cuando las pensamos ¡bang! se nos arruina todo?

Cínica dijo...

Grrr ni me digas..
como todo lo que comía antes e incluso hago más actividad que antes y el cuerpo sigue cambiando, la cara...
creo que me voy a volver loca.
Te acompaño en el sentimiento.

Grace dijo...

Mi pelo es paja. La planchita me lo destruyó, pero no tenía otra, mi afro me obligaba.